Noruega calcula que el deshielo del Ártico permitirá abrir en diez o veinte años una ruta marítima permanente, que acortará en un 40 por ciento el trayecto entre el Atlántico y el Pacífico. Así lo ha asegurado hoy en un desayuno informativo el secretario de Estado para Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, que ha rechazado la existencia de una "carrera" entre países fronterizos con el Ártico para explotar su gas, pétroleo y stocks pesqueros.
Hay dos posibilidades de atravesar el Ártico: el paso del Noroeste, un brazo de mar que conecta el Atlántico con el Pacífico y que permanece helado todo el año, acorta un 23% el recorrido entre Tokio y Nueva York; y el paso del Noreste, que parte del mar del Norte y sigue por el mar de Bering hasta el Pacífico.
Según Barth Eide, las nuevas rutas marítimas elevarán "muchísimo" el tráfico de grandes buques en la zona, lo que a su vez aumentará el riesgo de accidentes y de contaminación para el entorno. Por tanto a escala local será una consecuencia negativa, pero a nivel global los trayectos comerciales se acortarán hasta un 40 por ciento, con lo que se necesitarán menos combustibles fósiles y se ayudará a frenar "el calentamiento global".
"Todo esto no se puede impedir, por tanto lo que hay que hacer es regular y poner normas de dónde navegar, cómo navegar y qué tipo de equipamientos utilizar". También será necesario "mejorar las condiciones para la defensa del medio ambiente en caso de accidentes petroleros, que ahora son muy pocos", ha concluido el secretario de Estado, acompañado por el nuevo embajador de Noruega en Madrid, Torgeir Larsen.
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