jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Es hora de hablar de un tratado del Polo Norte?

Si los osos polares pudieran votar...

Perro de Jong

14-05-2008 Aunque la noticia tenga un par de años, veréis que está de plena actualidad...

La Unión Europea quiere esforzarse más para proteger el Polo Norte, por ejemplo, mediante un tratado internacional. Los expertos y políticos reunidos en un congreso en Bruselas coincidieron en que, de momento, este tratado sólo interesaría a los osos polares.

"Debemos averiguar qué puede aportar Europa", opinó Diana Wallis, vicepresidenta del Parlamento Europeo, al comienzo del encuentro. "Y si miro a los osos polares en nuestros afiches, me pregunto: si los osos pudieran votar, ¿no pedirían más protección?".

Política polar europea

Seis de cada ocho países árticos son europeos, y tres de ellos (Dinamarca, Suecia y Finlandia) son miembros de la Unión Europea. Aun así, Bruselas apenas ha contemplado una política sobre el Polo Norte. Diana Wallis es partidaria de un cambio, y también la Comisión Europea tiene algunas propuestas, comenta el representante de la Comisión, Fernando Garces de los Fayos. "De momento, estamos determinando las actividades de Europa en la zona polar. Y son muchas, en el campo de la investigación científica, el medio ambiente y los derechos de los pueblos autóctonos, y, para poder crear una base sólida, deben definirse claramente". A finales de este año, la Comisión Europea debe presentar el informe.

El hielo polar se derrite

La cuestión es urgente porque las consecuencias del cambio climático en la zona del Polo Norte son más rápidamente visibles que en otras. Además, el hielo derretido está dejando al descubierto reservas de petróleo desconocidas. Para poder explotarlas, algunos países quieren demostrar su propiedad sobre esta zona polar. Para crispación de muchos países, Rusia plantó, incluso, una bandera en el suelo del Polo Norte.

Irónicamente, fue Michail Gorbachov, anterior líder soviético, quien propuso, hace dos décadas, hacer del Polo Norte una zona protegida internacionalmente, a ejemplo de lo que ocurrió en 1959 con el Polo Sur. Si bien, al parecer, actualmente los rusos han cambiado de idea, el ministro noruego de Asuntos Exteriores, Jonas Gahr Støre, no cree que el Polo Norte se convierta en una especie de "conquista el oeste".

No es Terra Nullus

"No hay que pensar que el Polo Norte es una terra nullus, un lugar donde no existen normas", continúa Store. "El Polo Norte no es el Sur. El Norte es un océano con una capa de hielo que, en estos momentos, se está derritiendo. Los mares y océanos se incluyen en el Tratado de derecho marítimo de las Naciones Unidas, en el que se estipulan los derechos y responsabilidades de los Estados costeros".

Existe aún una gran diferencia, señala la política esquimal de Groenlandia, Tove Søvndahl Pedersen, en Bruselas. "La zona del Polo Norte es un hogar para muchos pueblos autóctonos, por lo que la situación es muy distinta a la del Polo Sur. Los pingüinos serán muy lindos, pero nosotros somos seres humanos".

Quien parte y reparte...

Gunnar Sander, de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA), opina que aún no se ha dicho la última palabra. "Gracias a la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, disponemos de un instrumento para solucionar cuestiones territoriales. Pero el documento no dice nada sobre cómo debemos manejar la actividad humana en la zona. A fin de cuentas, no se trata de cómo cortar la tarta, sino de las condiciones para poder comerla".

Pese a que la Convención sobre Derecho del Mar incluye también a aquellos países que han obtenido permiso para, con contemplación del medio ambiente, explotar una zona, no especifica detalles y, además, Estados Unidos no la reconoce. "Aquí todos coincidimos en que el Tratado del Polo Sur no puede aplicarse, sin más, al Polo Norte", explica Sander, "pero quizás podamos aprender algo de él, por ejemplo que las consideraciones medioambientales deben ser prioritarias".

Consejo Ártico

Para lograr un tratado es necesario un acuerdo específico, cree Sander. Pero, ¿cómo llegar a un acuerdo de esta índole sin un Tratado sobre el Polo Norte? Según Oran Young, famoso experto norteamericano en asuntos polares, el Consejo Ártico, fundado en 1998, podría ser una solución. En este foro intergubernamental participan todos los países árticos, incluida Rusia.
"El Consejo Ártico no es, ni será, un organismo normativo", afirma Young, "pero ha estado, en el pasado, muy activo a la hora de incluir problemas en las agendas de discusión. Creo que aún podría desempeñar ese papel".
Al término del congreso, su organizadora, Diana Wallis, expresó su "sorpresa" por la falta de ánimo por el Tratado del Polo Norte. Sin embargo, destacó que sus "intentos para hablar del tratado tenían la intención de obtener una reacción. Un tratado no es, quizás, factible pero si no se hace un esfuerzo, no se logra nada".

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Nuevas Rutas Por el Artico

Noruega calcula que el deshielo del Ártico permitirá abrir en diez o veinte años una ruta marítima permanente, que acortará en un 40 por ciento el trayecto entre el Atlántico y el Pacífico. Así lo ha asegurado hoy en un desayuno informativo el secretario de Estado para Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, que ha rechazado la existencia de una "carrera" entre países fronterizos con el Ártico para explotar su gas, pétroleo y stocks pesqueros.

Hay dos posibilidades de atravesar el Ártico: el paso del Noroeste, un brazo de mar que conecta el Atlántico con el Pacífico y que permanece helado todo el año, acorta un 23% el recorrido entre Tokio y Nueva York; y el paso del Noreste, que parte del mar del Norte y sigue por el mar de Bering hasta el Pacífico.

Según Barth Eide, las nuevas rutas marítimas elevarán "muchísimo" el tráfico de grandes buques en la zona, lo que a su vez aumentará el riesgo de accidentes y de contaminación para el entorno. Por tanto a escala local será una consecuencia negativa, pero a nivel global los trayectos comerciales se acortarán hasta un 40 por ciento, con lo que se necesitarán menos combustibles fósiles y se ayudará a frenar "el calentamiento global".

"Todo esto no se puede impedir, por tanto lo que hay que hacer es regular y poner normas de dónde navegar, cómo navegar y qué tipo de equipamientos utilizar". También será necesario "mejorar las condiciones para la defensa del medio ambiente en caso de accidentes petroleros, que ahora son muy pocos", ha concluido el secretario de Estado, acompañado por el nuevo embajador de Noruega en Madrid, Torgeir Larsen.
 

viernes, 17 de septiembre de 2010

Rusia y Noruega trocean su Ártico para extraer el gas y el petróleo

 Las potencias del norte aceleran su lucha por el control del Ártico. Rusia y Noruega acaban de poner fin a un contencioso que duraba casi 40 años con el reparto de las aguas del mar de Barents y del Océano Ártico.  El día 16 de Septiembre de 2010 los ministros de Exteriores de Canadá y Rusia han reafirmado sus pretensiones contrapuestas sobre la cordillera submarina de Lomonósov, pero han acordado que la disputa debía decidirse en la ONU, en la Convención de Derecho Marítimo. El Ártico, olvidado durante décadas, está en el punto de mira de todas las potencias. El deshielo deja al descubierto las enormes reservas sin explotar de gas y petróleo.

El espacio marino que Noruega y Rusia se disputaban cubre una superficie de aproximadamente 175.000 kilómetros cuadrados, rica en yacimientos, principalmente de gas y petróleo. Durante décadas no se hizo prácticamente ningún progreso, ya que las posiciones eran diametralmente opuestas: mientras los rusos eran partidarios de una repartición "por sectores", los noruegos sostenían que se debía trazar una línea que simplemente dividiera en dos las aguas.
La solución se acordó en abril de este año, durante la visita del presidente ruso Dmitri Medvédev a Oslo, y ayer se hizo oficial con la firma del acuerdo, que divide las aguas en disputa en "dos partes equivalentes".
La ceremonia de la firma del "tratado de limitación de espacios marinos y colaboración" han transcurrido en el puerto nórdico ruso de Múrmansk, y ha contado con la presencia de Medvédev y del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg. Lo más importante del documento es que éste estipula que "todo yacimiento que cruce la línea de demarcación, solo podrá ser explotado conjuntamente y como un todo", según ha explicado un portavoz de la presidencia rusa.

Se estima que la plataforma continental del mar de Barents contiene más 7.000 millones de toneladas de combutible convencional y que se podría extraer más de 20 millones de toneladas de hidrocarburos al año. Yuri Trútnev, ministro ruso de Recursos Naturales, sostiene que "el Ártico contiene el 25% de los recursos de hidrocarburos por descubrir del planeta". Un estudio del Servicio Geológico de EE UU situó en 2005 al Ártico como la segunda región del planeta con mayores reservas por descubrir.

La carrera por el petróleo y gas no se puede entender sin el deshielo. El pasado 10 de septiembre, el hielo ártico alcanzó su minimo anual, con 4,76 millones de kilómetros cuadrados, un 31% menos que la media entre 1979 y 2000. Es la tercera menor cifra desde que en 1979 comenzaron las mediciones con satálite. A partir de ahora y hasta la primavera, el hielo vuelve a ganar terreno. Las previsiones de los científicos apuntan que el calentamiento puede dejar el polo sin hielo en verano alrededor de 2070, en una fecha que con frecuencia se revisa a la baja.

Buena acogida de los ecologistas

Los defensores de la naturaleza aplaudieron las intenciones, recogidas en el tratado, de minimizar los riesgos ecológicos, aunque piensan que ambas partes deberían tomar más medidas de protección del medio en la zona.

Noticia extraída de El País. Enlace a la noticia completa pulsar aquí